PASTO CIUDAD SORPRESA ¡TIENES QUE CONOCERLA!
A nivel nacional los nariñenses son reconocidos por la habilidad innata que tiene para la producción artística artesanal, que proviene de los Incas, población indígena que habitó esta tierra en la antigüedad.
Eran hábiles trabajando metales, tejido, talla en piedra, en cerámica y madera, prácticas que hoy todavía se conservan en la región. Una de las artesanías de mayor connotación es quizá el mopa-mopa o barniz de Pasto; resina que se extrae de un árbol del mismo nombre, conocido también como el árbol de cera, cuyos orígenes se remontan a la época precolombina.
Durante el siglo XX, productos decorativos como imágenes de ñapangas y vírgenes, adornaron palacios y grandes mansiones europeas y de otros continentes. Actualmente se elaboran elementos para oficina como pisapapeles, portalápices y objetos de uso doméstico.
El Barniz de Pasto, técnica decorativa desarrollada por una de las comunidades indígenas de Nariño, en el sur de Colombia, es una de las pocas artesanías existentes en Colombia que tiene procedencia aborigen. La técnica se ha mantenido desde que fue conocida por los conquistadores españoles que quedaron encantados con el trabajo de los indígenas, como lo registró el Fray de Santa Gertrudis, en su viaje de 1756 a 1767, en el libro Maravillas de la naturaleza:
La tradición artesanal de barniz de Pasto tiene orígenes prehispánicos y una larga historia que se ha desarrollado a través de los tiempos coloniales, la época republicana y la actualidad.
Técnica del barniz de Pasto
Con las láminas de la resina mopa-mopa tinturadas con colorantes vegetales se cubren las superficies de objetos de madera en forma de bellos dibujos, adorando, de esta forma, bandejas, platos, jarrones, cajas, cucharas, ceniceros, saleros, portalápices, sillas, cofres, mesas, bancos, etc.
La técnica original de barniz de Pasto no ha cambiado a lo largo de los tiempos, pero varían los motivos ornamentales que cada día se adaptan a los gustos y la moda de la época.
Uno de los motivos decorativos predominantes en este tipo de artesanías son los relatos de historias y sucesos de la vida del hombre campesino de las regiones frías: vendedores de frutas, mujeres con niños en los brazos, paisajes, casitas, caminos y también el mundo de la magia y de la religión: ranas anunciadoras de las lluvias, búhos, mariposas de fuego y ángeles de
Carnaval de Negros y Blancos en Pasto: la representación de razas más grande de Colombia
El Carnaval de Negros y Blancos, declarado en el 2002 Patrimonio Cultural de la Nación, se celebra cada año en Pasto, una ciudad andina situada en el suroccidente de Colombia, la primera semana de enero, atrayendo a un gran número de turistas provenientes de todos los rincones del país y del extranjero.
La ciudad de Pasto se ha conocido históricamente como el punto de encuentro y cruce de caminos de diferentes pueblos y colonias. Es por esta razón, que las celebraciones del Carnaval constituyen una muestra cultural autóctona que expresa una fusión perfecta de todas las influencias culturales que se encontraban a lo largo de los siglos en esta región: rituales indígenas, expresiones culturales de los españoles y de la cultura africana.
Los artesanos pastusos de marroquinería así como de la madera, ebanistas y talladores, son famosos desde la época de la colonia.
Pero la más característica y original de las manifestaciones culturales y artesanales de los pastusos es la elaboración de utensilios de madera tallada y cubierta con una resina obtenida del fruto de un arbusto de la selva andina, llamado Mopa - Mopa; utilizan una técnica refinada manual que data del periodo prehispánico, conocida como Barniz de Pasto. El refinamiento alcanzado permite obtener objetos utilitarios o decorativos de gran belleza y mérito artístico que trascienden lo artesanal.
Igualmente es muy característica de la ciudad la artesanía de enchapado en tamo de objetos de madera usando delgadas láminas vegetales coloreadas, obtenidas de la paja de cereales y con las cuales se elaboran dibujos y figuras con resultados semejantes a los de la taracea o marquetería.